Yucatán es conocido por sus muchas joyas naturales escondidas. Sus cenotes, playas y manglares forman todo un amplio abanico de experiencias para quien guste conectarse con la naturaleza y la historia de este rincón del país.
El puerto de Progreso, ubicado a unos 20 minutos de la capital, es uno de los destinos más comunes para pasar el fin de semana y escaparse del ajetreo de la ciudad. En esta localidad y a unos 200 m de su entrada se localiza El Corchito, una reserva natural administrada por una cooperativa de pescadores, quienes se han encargado de darle limpieza y mantenimiento.
Para ingresar debes tomar una lancha desde el parador turístico por la cantidad de 35 pesos mexicanos, ahí se te llevará a través de los manglares hasta llegar a la reserva. En este pequeño trayecto puedes apreciar las diferentes tonalidades del agua ya que este es el punto de contacto del agua salada proveniente del mar con el agua dulce de los manantiales. Los manglares forman una barrera natural que alberga todo un ecosistema vegetal y animal típico de la región y con el que podrás interactuar y conocer.
Una vez desembarques podrás moverte entre los andadores que conectan 3 cenotes y dos ojos de agua. Los primeros cenotes Helechos y Venados, son ideales particularmente para los niños debido a su poca profundidad. El tercer cenote, Pájaros, es el más grande en cuanto a su área y profundidad, que va del metro y medio a los dos metros, por lo que se dispone de chalecos salvavidas a quienes lo requieran. El fondo tiene una consistencia barrosa debido a la raíces de los árboles y su comunión con estos cuerpos de agua.
En los dos ojos de agua es común ver ocasionalmente a algún pez que se asoma, tortugas e iguanas refrescándose y nidos de aves endémicas. Ya son muy conocidos los coatíes nariz blanca (o tejones mexicanos) que, acostumbrados a los turistas, se aventuran a pasear entre los visitantes, ¡son inofensivos así que no te preocupes!
También se cuenta con áreas designadas específicamente para descansar, en las que hay palapas para colgar hamacas, así como mesas y sillas de madera para degustar la comida típica que se vende en las instalaciones.
Es muy importante respetar las reglas que este sitio le exige a sus visitantes, entre las cuales se encuentran no ingresar bebidas alcohólicas, no tirar basura, no dañar a la fauna y flora y no ingresar con mascotas. ¡Es importante seguir estas instrucciones pues garantizan que el sitio siga funcionando para los visitantes futuros! Te recomendamos llevar tu propia hamaca y traje de baño.
Una opción muy agradable para toda la familia y perfecta para conectarse con la naturaleza. Llega temprano para disfrutar del lugar con tranquilidad, pues sólo se encuentra abierto de 09:00 a 17:00.
